Mariano se encontraba haciendo un cuadernillo de inglés.
-¿Cómo se dice "guapo" en inglés? -preguntó.
El sacerdote oruga inclinó el cuerpo y se acercó, burlón, al monarca.
-Seguramente sea sinónimo de mi nombre -sugirió con una sonrisa picarona. Al obeso no le hizo mucha gracia.
-No se lo tiene creído, no -apuntó Mariano con brusquedad y un atisbo de enfado, sin apartar la vista del gusano.
El insecto se acomodó, retando al Rey.
-Pues a mí me quiere todo el mundo -indicó con una vanidad tal que parecía querer hundirse en sí mismo.
-Yo no -sentenció Mariano.
El santo orugoncio echó a reir y esperó un buen rato. Mariano parecía perdido en sus pensamientos.
-Dame un beso -propuso el gusano.
Mariano se giró con un gesto horrorizado e incrédulo. No creía que fuera en serio, pero jamás le reiría una gracia.
-Yo... yo no soy de eso -señaló, tajante.
-Pues dame un abrazo.
-Eso menos, que se arrima todo y no hay quien lo despegue.
...
...
PD: Juro y perjuro que la próxima entrada no será un zurullo autocomplaciente como éste, que ya me estoy pasando de la raya.
NO,NO,NO Y NO.
ResponderEliminarTodas nuestras entradas son de mierda autocomplaciente como esa, porque nos sale de la puta polla. Las cosas serias quedaron en el pasado, no vamos a volver a las andadas. Lannister Rules.