viernes, 24 de diciembre de 2010

Descendiendo hasta el absurdo

Mis sueños son normales. Vamos, al menos quiero pensarlo. Confío en que la gente que no cuenta los suyos por vergüenza o porque los consideran absurdos, pero me gusta contar los míos. Son divertidos, y algunos dan hasta para un guión de película. Matar amigos, buscar criminales embarazadas, combatir contra bizarros dragones homosexuales. Todo muy gracioso.

El último se centraba en una pareja de criminales a la que buscábamos un grupo de gente, al más puro estilo western. Yo tenía que recuperar mi honra por haber destruido accidentalmente la casa de unas personas muy bien situadas socialmente. Para ello, me contratan para dar matarile a los criminales en cuestión, que son un matrimonio que se dedica a robar bancos. Lo curioso de todo esto es que teníamos que arrancarles las orejas como si fueran viles toros. El caso es que buscándolos, me encuentro por el camino juguetes y prendas de ropa de bebé, y al llegar hasta el sitio donde se encontraban los malhechores, vemos que la mujer está embarazada. Decidimos no matarla por cuestiones éticas bastante obvias, pero la cosa empieza a oler a chamusquina. Al marido no se le ocurre otra cosa que abrirle la barriga a la mujer, que imperturbable nos enseña a sus dos retoños en estado fetal. Éstos nos saludan y nos miran de manera pícara, y comenzamos a hablar con ellos. El caso es que cuando nos vamos a ir, no sé muy bien cómo descubrimos que todo eran efectos especiales y que no está embarazada de verdad. Nos cabreamos más que nunca y antes de matarlos y arrancarles las orejas les hacemos comerse una buena dosis de papel del wáter usado. Todo esto sucediendo en una gran fiesta en la playa en la que estaban Adrien Brody y Samuel L. Jackson. Brutalísimo.

A ver si se repite un sueño como este. La verdad es que resultan cojonudos. Encima tenía muchos detalles curiosos, como que los criminales fueran animaciones 3D con gráficos de videojuego y que El Quijote tuviera una extraña presencia durante toda la historia (esto no lo consigo descifrar, pero intuyo que era algo de vital importancia).



A todo esto, feliz Nochebuena y Navidad.

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